Estaba loca entre locos,
Los locos profundamente locos, algunos muy inteligentes.
Nacieron allí mis amistades más bellas.
Los locos son simpáticos, no como los dementes, que están todos fuera,
en el mundo. A los dementes los encontré después,
Cuando salí!
Alda Merini
7 mujeres, 7 actrices, 7 almas que, como el cabalístico número 7, expresan la totalidad, la universalidad, el equilibrio perfecto, representa un ciclo dinámico y realizado.
Recuerdan, con Artaud, que el teatro no debe ser una imitación de la vida, sino un medio para volver a realizar la vida misma y, cruzando valientemente el fuego creativo, encarnando a personajes anónimos, entran en permanente diálogo con su teatro, que es la vida.
Las personajes viven en un espacio cerrado, un no-lugar, un asilo, donde han sido depositadas y marginadas por considerarlas bultos inútiles, pero por su fuerte contacto con sus conciencias y aunque poco instruidas y mayores, también consideradas peligrosas.
Un carrusel ritual de acciones a veces lúdicas, a veces dramáticas que se entrelazan en un especie de rompecabezas poético, en el que se reconocen, además de las frescas y feroces palabras de Alda Merini, las de Shakespeare y Bertold Brecht.
La directora Cora Herrendorf, ya comprometida a finales de los años setenta con el hospital psiquiátrico de Ferrara, en el proceso de desestabilización de manicomios, que condujo a la Ley 180, uno de los grandes logros civiles del 900, dedica este espectáculo a aquella época, dando al mismo tiempo su contribución para contrarrestar los revisionismos peligrosos que, treinta y cinco años más tarde, intentan imponerse hoy en la sociedad italiana.
7 Actrices:
Carla Giovannini,
Clelia Mangolini,
Germana Benini,
Grazia Nagliati,
Loreta Prampolini,
Roberta Scanavini,
Silvana Valesani
Dirección y escritura escénica:
Cora Herrendorf (la número 8)